11 de febrero de 2014

HIPSTÉRICAS (I, 1)

(Esa palabra, "ahora". Como comienzo de escritura. Problema de ficción: un pacto llevadero. A que tiendo, pide salir. Y la rechazo. | Quiero escribir, abro Blogger, no tengo nada: crocante de seco. "Ahora" puja. Retórica que siento como concesión. Innumerables poemas largando así: ésa es la otra.) | 

Poemas: maquinaria. Usos estereotipados del tono: que yo me sé. Extenuación del gesto alterno: el del quiebre. El de la quiebra: escribo porque escribo, y no termina, infinitivo decir. | Fumo. Eso, ahora. La Literal; Beckett; etcétera. Sorna del precedente, la silbatina de vos, alguna afición en el descampado. Tarea histórica: el yo, ahora, escribiendo. El ruso que se postulaba para las historias de la literatura del futuro, dos renglones. (El quiebre, el ejercicio.) | Verso medido, infamia. Postulación del yo: el yo, que baraja, airado. El fenotipo de la literatura. | 

La Tramas: virtud política, ostentada. Héroes de la utopía gauchita. Cochera de rigor. | Política y vehemencia. Linchado para la victoria. Pobres almacenados: reservorio de la palabra digna. Apelo al que pasó: esa miseria no circulaba tanto por el Centro. Erijo el argumento: estamos mal. (Ese "nosotros" te lo esgrimo.) | 

Palabras, palabras, palabras. Lo que te resonará. Pobrerío de la función de estepas. | Una computadora, un quiebre. Telecomunicaciones: tenés acceso, y eso es la literatura. Benefactora señal de alcance. | "Justicia del entenado", pienso: toda esa mesa de Monsanto. Biquérful el cospel: el orden y limpieza, batucada. Una desaparecida se está limpiando los mocos todavía: ranchito miserable que latió, Guthrie de pie. Una carcajada idiota, una mosca: no llega a fin de mes: cobra barato. Pero no la pelean. | 

Evaluarás si corregir, radar, señal de feria. Resolviendo cadáveres. Una postura, dos posicionamientos, tres vanguardias. El cigarrillo otea en la penumbra, lazo que no te divide (no sabés). La palabra mira bien el ano que niñas te lo lucen flirteando con el poder de la mercancía (shopping santuario), luego te las acosa y finalmente candorosos breteles son rasgados: así hay que escribir. (Más tarde la palabra paladeará un occiso, finísimo palillo, eruto.) | Responsabilidad. | 

Maquinaria, quiebre, enjuagaduras. Eso: sencillo. Dueños de la vereda, matoncitos particulares. Partícula de otro ser, vehemente rechazo, Lacan de ordeñe: hay guasos que se extasían a base de jergas limitadísimas. Pobrerío del mandarinato de la Facultad. Tomo cerveza. | Pero no escribo: "ahora", que sería entrar en trance diluido. Ficción, sus resultados. | 

(Como avivando giles.) El lenguaje no es una maquinaria; tampoco es una mercancía. Hablar de dispositivos es de imberbes. Cruja "Cristina" entre tus labios adocenados: el rancherío te lo agradecerá. Maquila, maquila. Salva el dólar. || 

1 de febrero de 2014

PODER SOÑAR ANULA LA CARENCIA

Callar. Callar como quedarse quieto, o como ya no querer reaccionar ante la Efigie. Me estaré dando una vez más al hundimiento, sí; pero que deje de ser el ceder, el continuar pagando (la deuda insaldable) con sometimientos o promesas de que terminaré deseando, nuevamente, abjurar. Palabra inútil, palabra de rellenar lo ominoso, que siempre asfixia, medroso yo de su salud o fusta. 

Mi voluntad, que vuelve una vez más a tocar a abandono, está diciendo, con ello, no. No poder más; de ahí la autopunición, la autoinmolación, el sacrificio, que siempre será preferible a que yo mismo me vea como esclavo, como sujeto a crudos vapuleos de prepotencia y goce feroz. Late el enemigo: que al menos no me siga sacando más peladuras exangües de lo que no soy, de lo que no puedo ser: desnaturalizándome sin yo buscarlo. 

Vago por avenidas mansas y escupo a las tesituras mil del mandato social. Cómo explicártelo. Billetes lo que se viene, espanto vacío lo que vendrá, lo que siempre te será temible, costoso él: eso es la voz social, su fusta. Ningún ave deja de encontrar su grano en todo: qué es la duración, si te entregás al sistemático nefregue de los inacabables reglamentos de Otro. 

El perro, que da ejemplo de confianza en sus posibles, duerme su siesta de ahora. Qué poco valor, qué garantías que se le piden al qué del futuro, qué grande y falseadora seguridad que le estás forzando a las cosas, cálculo y maquinación, amor. Fumo mi cigarrillito de escribir, me rasco la cabeza, no quiero ya desesperar. Unos apocaditos aspirantes a la tranquilizadora Propiedad: eso querés que seamos. Salir a los caminos era otra cosa: lenta, y potente, y sobre todo rica: como volverse aún hacia la rosa china, rojo intensísimo y limpio, corola de la búsqueda del colibrí que vos sabés. Poder soñar anula la carencia. Sólo de refilón, con el rabillo mal llevado y envidioso, es deseable "aspirar" a seguir siendo Clase Media. Todas las cosas del instante se te van... 

Termina B. B. King. Termina esta prosita. Se dio en ella el ejercicio de ver: ver como resultado del ejercicio de escribir. Qué vida podría querer en toda otra condición: condiciones descartables de la presión omnímoda de lo que no es sino ficción generalizada, pésima, de mal gusto.