Suena Haendel, apenado, violín y oboe -y la base-. Olor a pata, no me pienso bañar. Fumo, preparo mate, veo un vasito de yogur, cuchara dentro, estancado de hace días, en esta mesa de durar. Hubo acomodo, al mediodía; pero difícilmente mi casa llegue a ser de las totalmente prolijas; de ésas de las viejas que barren la vereda, todos los días, a la misma hora.
(Sí: puedo estar en la inmundicia. Mientras no sufra hambre, todo lo acepto: estómago capaz.)
Fumo, espero el agua: música que suena, la brisa -ventana abierta, y se estremecen lentamente las cortinas, de a ratos-, perro que ladra, a lo lejos, sábado circular. No es fiaca: es ocupar la pieza, sin prisas, sin apuros, sólo porque estoy aquí; otras veces no ha sido así. Reinado diferente, consiste, más que en hacer lo que a se me cante, en no tener que hacer nada: no estar constreñido a nada. Aunque sea por un rato; imperio trivial y sabroso.
Así, yo por mi casa, panchamente establecido en este dominito. Pasa una moto, allá en la calle, y pasa. Como esos muy respetables -para mí- sabios que predecían el paso de una mosca (gloso mal), así me siento de sosegado. Un violín patético -tonos menores, disminuidos- reclama.
Toso para gallear; pero no puedo sacarlo, no puedo pelearlo. Lo trago. Como una flor 'hideuse' y bella que brota de un pantano neblinoso -la comparación no es exacta-, surge del acompañamiento orquestal un nítido violín, en este segundo movimiento, y finalmente todo queda suspendido. De hace más de 20 años que Haendel está en mi vida; lo mismo que varios otros barrocos. La técnica del violín depende de su historia, de su desarrollo real; lo cual es bastante razonable. Fumo para que pase el tiempo, lo sé; por más que la teleología toda derive de una simple estructura gramatical, y sólo eso sea. Que ya es mucho, por otra parte: ¿cómo desproveernos del 'para'?
Tiempo al tiempo; aceite al engranaje.
Estar, sin más. Sentir el paso del tiempo en toda su maravillosa lentitud. Percibir el brillo, el peso, la consistencia de las cosas. Hay algo en eso que nos acerca a la vida. Como la música, como la lectura, como el misterio del arte.
ResponderBorrarSaludos.
Querido Pablo. Escribes muy bien, te mando un gran abrazo y te deseo muchos éxitos.
ResponderBorrarLili :)