1 de febrero de 2014

PODER SOÑAR ANULA LA CARENCIA

Callar. Callar como quedarse quieto, o como ya no querer reaccionar ante la Efigie. Me estaré dando una vez más al hundimiento, sí; pero que deje de ser el ceder, el continuar pagando (la deuda insaldable) con sometimientos o promesas de que terminaré deseando, nuevamente, abjurar. Palabra inútil, palabra de rellenar lo ominoso, que siempre asfixia, medroso yo de su salud o fusta. 

Mi voluntad, que vuelve una vez más a tocar a abandono, está diciendo, con ello, no. No poder más; de ahí la autopunición, la autoinmolación, el sacrificio, que siempre será preferible a que yo mismo me vea como esclavo, como sujeto a crudos vapuleos de prepotencia y goce feroz. Late el enemigo: que al menos no me siga sacando más peladuras exangües de lo que no soy, de lo que no puedo ser: desnaturalizándome sin yo buscarlo. 

Vago por avenidas mansas y escupo a las tesituras mil del mandato social. Cómo explicártelo. Billetes lo que se viene, espanto vacío lo que vendrá, lo que siempre te será temible, costoso él: eso es la voz social, su fusta. Ningún ave deja de encontrar su grano en todo: qué es la duración, si te entregás al sistemático nefregue de los inacabables reglamentos de Otro. 

El perro, que da ejemplo de confianza en sus posibles, duerme su siesta de ahora. Qué poco valor, qué garantías que se le piden al qué del futuro, qué grande y falseadora seguridad que le estás forzando a las cosas, cálculo y maquinación, amor. Fumo mi cigarrillito de escribir, me rasco la cabeza, no quiero ya desesperar. Unos apocaditos aspirantes a la tranquilizadora Propiedad: eso querés que seamos. Salir a los caminos era otra cosa: lenta, y potente, y sobre todo rica: como volverse aún hacia la rosa china, rojo intensísimo y limpio, corola de la búsqueda del colibrí que vos sabés. Poder soñar anula la carencia. Sólo de refilón, con el rabillo mal llevado y envidioso, es deseable "aspirar" a seguir siendo Clase Media. Todas las cosas del instante se te van... 

Termina B. B. King. Termina esta prosita. Se dio en ella el ejercicio de ver: ver como resultado del ejercicio de escribir. Qué vida podría querer en toda otra condición: condiciones descartables de la presión omnímoda de lo que no es sino ficción generalizada, pésima, de mal gusto. 

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