10 de septiembre de 2007

Anoche llovió. Al principio, a eso de la una, cayeron algunas piedras, gordas, pesadas, y el alerito de plástico que bordea, arriba, mi pieza, castigado, hacía más evidente la lenta pedrea. Luego me dormí, después de escuchar un ratito RFI -error de retransmisión de la 94.3, que, para esa hora y según lo que habían anunciado, iba a pasar BBC-.

Amaneció el pasto mojado, hermoso. Algo de barro, mucho de nubes claras, y comenzar el día dejando atrás el comienzo de gripe que me tenía molesto los últimos tres días. Retomé, mate mediante, El Paraíso en la otra esquina, una novela reciente de Vargas Llosa que, hay que admitirlo, no está mal escrita, aunque su principal problema, a mi juicio, es que se destaca más por la elección de sus temas que por el tratamiento que le da al lenguaje.

Quiero decir: cuenta cosas, entrelaza historias, pero no puedo disfrutar del modo en que está escrita. Es bastante transparente, lo que se me hace un problema. Pero estoy seguro de que habrá lectores agradecidos del oficio y habilidades de este autor, que para ellos, sobre todo, escribe. Vargas Llosa tiene otras novelas, más notables, que prefiero. El punto central de mi crítica a esta novela es que, creo, la olvidaré pronto.

De ojotas en el cýber -estar de ojotas es siempre un placer para mí, incluso en invierno, si bien, con los fríos lo estoy, entonces, con medias-, veo los pinos del cantero central de la avenida agitarse levemente por la brisa que, tras la puerta de vidrio, corre afuera. El cýber está más o menos vacío. Pienso que saldré a fumar un cigarrillo, afuera, a ver cómo Telecom arregla uno de sus aparatos -están con la camioneta-, a ver a los vecinos caminar lentamente por el barrio, a ver la vida avanzar lentamente, como una mariposa torpe, sin buscar nada aparentemente, sólo con la modorra y el placer de esperar los buenos calores.

2 comentarios:

  1. Siempre que leo tus cr�nicas siento que estoy ah�.
    Se ve, en lo que dec�s, una actitud de tu parte que es generosa con los elementos, el mundo material que te rodea. Creo que �se es uno de los mayores logros a los que puede aspirar un escritor.

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  2. Pablo, quizá no podría hacer una crítica óptima a una persona que escribe tan bien y tan maduramente como tú. Creo que el blog nos permite, adentrarnos a tu punto de vista más personal y sencillo, el trabajo artístico requiere de más ornamentos que hace qeu el lector se juegue en la escritura de una manera más intrépida, aquí tú haces que el lector, contemple tus lecturas, tu vida, tus pensamientos, de una manera más directa.

    Cuidado con esas grípes, habrá que tratarlas como es debido, sobre todo con esas lluvias que preludian la radiante primavera, anunciada ya, en el tono entusiasta y tranquilo de tu escritura.

    Un gran abrazo y espero que ya te encuentres mucho mejor.

    Liliana

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Micrófono abierto a las voces del alma de turno.