Bardamu ha facilitado, en Mínimas, cuatro links de donde se pueden descargar los panfletos antisemitas de Luis-Ferdinand Céline. De estos escritos (libros, de última) se ha discutido mucho en los últimos días en los suplementos literarios (la causa: los 50 años de la muerte del escritor, y la decisión por parte del gobierno francés de no celebrar nada, debido a las protestas de grupos que afirman que se hubieran sentido afectados, agredidos, de haberse instituido dicha celebración), aunque me da la impresión, y a Bardamu también, de que pocos los han leído, al menos por estos lares -periodistas, lectores en general-. Luego de cruzar un par de comentarios, me puse a leer Bagatelles pour un massacre, evaluando si lo traducía, algunas partes al menos. Pensé, motivado, en abrir un nuevo blog, uno de traducciones del francés, no sólo de Céline, que en lo futuro iría albergando cositas extraídas de lo que fuera leyendo.
Bueno: ya leí 37 páginas de un pdf con un total de 220. Y la cosa me genera emociones un poco cruditas, algo que me cuesta procesar. Quiero decir: me abruma por momentos ese delirio paranoico -¿y si entrara en su lógica?-, me causa gracia, otras, el tono, entre pueril y patético, absurdo, del antisemitismo de Céline y de sus ideas en general (habla de arios y de judíos; detesta la democracia; critica fuertemente el comunismo ruso; cree, en fin, que hay una conspiración universal), me pregunto, en fin, si vale la pena traducirlo. El lenguaje de Céline hace estallar los significados y las pasiones, precisamente porque no es un lenguaje por el lenguaje mismo. Eso, que invita a rechazarlo, también atrae en tanto lectura, atrapa, como una araña de crueldad.
Bueno sería, me digo entonces, poner a disposición de los eventuales lectores el motivo de la comidilla de los suplementos culturales, lo que, de última, generó el revuelo, aquello que, sugieren los periodistas pero sin que lo podamos evaluar nosotros mismos, es "algo muy malo", "algo indeseable", "algo totalmente repudiable": algo que básicamente no ha sido leído. Digo: si Alianza publica, entre otras cosas de Nietzsche, El Anticristo y lo tenemos a mano para leerlo, analizarlo, criticarlo y hasta para mandarlo a la mierda, no veo qué mal puedan hacer estos textos más que intentar proponernos una versión delirante de un antisemitismo grotesco del que bien podemos reírnos. Céline odiaba un Cuco Universal y Siniestro: su paranoia no tiene por qué ser la nuestra.
Me reí con eso del "Cuco Universal". Un abrazo, Tama
ResponderBorrarNo, no, estimado Pablo. Me tengo que corregir. No es un Cuco, para Céline. Mientras preparo pastas frescas, pienso: "es un odio y una repugnancia razonados". Pobre guaso, la verdad. Lo bueno de poner "Cuco" es que permite la distensión. Después de pasarme horas con ese libro de mierda, leyéndolo y defendiendo "la verdad de las cosas" (básicamente: cómo entiendo el mundo) a como sea, tenés razón: capaz que agarre Copi, capaz que me tome un agaromba.
ResponderBorrarGracias por pasar.
¿Cómo puedo pedirle más detalles? Gran post necesidad de saber más ...
ResponderBorrarPuede pedirme más detalles y ya lo está haciendo, Anónimo. Como digo en el post, estoy proyectando abrir un nuevo blog, que muy pronto pondré a disposición de los lectores que por ahí quieran pasar. Traduciré algunos pocos párrafos por entrada. No sé si llegue a terminar todo el libro: es, como digo, un pdf de 220 pp., y ésta sería mi primera traducción del francés. Digamos que un panfleto antisemita y probelicista (que es de 1937), bueno, no sé si es lo que más me entusiasma para traducir en plan de escritor que ofrece también traducciones. Veremos: el asquete (como decimos acá) que el texto me genera es mucho.
ResponderBorrarDe todos modos, si usted puede leer del francés, hay, como dije en el post, unos cuatro trabajos de Céline que el amigo Bardamu linkea desde su blog.
Saludos.
A mí lo de "Cuco Universal" me puso en línea con lo risible que le atribuís al texto que decís que lo retrata (no leí y no creo que lea estos panfletos, aunque por ahí en tun nuevo blog...)
ResponderBorrarNada, que el Cuco no es serio.
Un abrazo.
Sí, sí. Trato de precisar: el Cuco sería el mismo Céline, sus panfletos, para algunos que los repudian sin haberlos leído. Es por eso, en parte (y también porque sigue siendo prosa "a la Céline", por más antisemita, probelicista, nacionalista exacerbada, delirante paranoica, en fin) que me puse a traducir uno de ellos.
ResponderBorrarAbrazo.