1 de diciembre de 2008

Fucking Fuck You, Fucking Fucker!

Quisiera establecer alguna especie de parate, mente en fuga. Escucho algo de Tannhäuser por primera vez, mi retorcimiento de espinazo raquítideo dorsal 'is terrible', y fumo un CJ más, cansado de que me re hinchen las boléitor. Deseo paz, deseo sábado, deseo que la Rueda de Ixión me deje de tan torturantemente girar así, mal sobre mí, mal sobre lo que cargo.

Noé, pedazo de Esculapio, me alejó. Qué vachaché, querida, te dicen "no". Y un no sobre otro no, y otro más, y tantos. El instante es sí y no y quizá y acaso y tal vez (y tan así, Girondo), sentidos mil que no se me apaciguan. - Comí costeletita grasosienta con puré posta-posta, y bien que lo disfruté, pero no existe mi día ubicuo. Ni Maroli se me conecta, y sólo queda mi "narrar" y mi "marrar", y el Oxitracio claquea.

Cansancio opuscular, me queda, diría el Kuy, un qué más. Ganas, ahora, de mear, ganas de escribir y más escribir y mandarlos a todos a la re contra mil puta que los re contra mil puta parió, a todos ustedes, y a quien suscribe.

Cansancio, pues, de las presiones mil. Porque: 1) la sobreexigencia no es desde el hijo Nur, dijéronme Deleuze|Guattari, reventada toda la ascendencia en andá a saber qué caprichosa esclavitud, y puta (digamos: Walt Whitman, "Celebro el cuerpo eléctrico"), así que: 2) andá a cagar, papito, y vos, mami, no me rompás más los quinotos.

En fin. Ni ganas de revisar el aparetaje, el meandro, los dedos mil que me conducen, rapto rabioso y mogólicamente estúpido de mis reverendas ganas de fumar y consumirme mal en el tabaco. Monteiro Lobato (y no Novato, pedazos de pelotudos dos mil, a saber: JLB y su ahijado, ABC), se van todos a cagar y, a la vuelta, a freír patatas.

Y en cuanto a "la Chole", que se aleccione.

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