La siesta. Ha refrescado. Van dos días que el calor amaina. Hoy, un poco más que ayer. Trina de a ratos un pájaro. No pasan autos, o apenas. Las zapatillas verdes están bajo la mesa de la compu, quizá de hace una semana: llegué con los pies cansados, cuándo, y me las saqué, sin desanudarlas, y me quedé en medias: cosa que no recuerdo, cosa que sé.
Huesitos de pollo en el suelo: Felisa me los desprecia. Un poco de desorden, un poco de caos, y ya estoy en casa. El mate se ha lavado, y de a poco consigo terminar de despertarme; en algún momento de la noche parece que me saqué la remera, dormido: había estado transpirando. Desperté con una inmensa tortícolis, frío de estos días, y ni lavarme la cara.
Canta el pájaro un poco más seguido. ¿Será un gorrión? Al frente hay un baldío yuyesco; pero lo quemaron, no sea que las alimañas. Mi gata trae cosas, en el verano: un escarabajo rinoceronte, un alacrán. Caza bichos y los trae, saltando por la ventana, para comerlos acá.
Lo nuevo: una mosca, gorda, dando vueltas hace un rato.
Tapitas para diálisis. Chúker. Cuentas. Un paquete de salchichas, vacío. Varias etiquetas, vacías también, abolladas. Panorama que me cobija, en el que soy. Quizá lea Nicotra, para propiciar un poco más de alejamiento.
(Recibo un mail de un tal Javier Bluster. Asegura que su paciencia se ha agotado. Que todos en "la city" andan con la cara larga. Principalmente porque ganan poca plata. Porque van para pobres. Y que la culpa la tienen "los Kisner". Y que el viernes, a las ocho, cacerolazo y apagón. Y que "golpista o no golpista". Un particular...)
No hay como una gata cazadora para traer boludeces a la casa. Mientras vigila más que el perro, la gata también se vuelve insectívora adentro de la casa, palmeteando con la patita derecha a una araña grossa.
ResponderBorrary los Kisner, nos está rompiendo el orto?
a tyc si,
Lo peor fue el alacrán: la picó cuando acercó el hocico, ella retrocedió arrugándolo, y yo lo maté de un pisotón (al alacrán, digo).
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