Nieva en Córdoba. Pero no siento frío: la casa está calefaccionada. Mi cuerpo, adormilado todavía, no descansó bien. Fueron pocas horas de sueño. Estuve hasta tarde escribiendo algunas cosas, leyendo el diario, escuchando música.
La máquina zumba, sopla constantemente, de una forma notable. La tecnología se degrada, pero quedan sus restos, y sobreviven, en países como Argentina, por caso. La nieve todavía cae, y nos sorprendemos: por un segundo apenas. Luego volvemos a nuestra computadora, al interior de la electricidad, y nos aislamos, comunicándonos, de ese paisaje extraño para esta ciudad.
Está bien. Me gusta ese paisaje. Está muy bien.
ResponderBorrar¡aparecé, sotreta!
ResponderBorrarel de las opiniones que llegan como un golpe me gustó. de a poquito va encontrando su lugar y su ritmo, el blog.
saludos.