Lo escucho por la radio. La 102.3, de acá de Córdoba. En Argentina, claro. Algo que a esta hora no está en el portal de La Voz.
Policías (¿cuántos?) desnudan a un chico (pongamos que va a la secundaria), a ver si le encuentran algo. Se le cagan de risa del pitín ("has de humillar al cautivo") y, en el puño de la mano, pongamos que fue así --La Voz y La mañana de Córdoba: informen sobre esto, investiguen más claramente--, cuando creían hallar el arma, se dan con una o dos inyectables para diabéticos: insulina. Uno de los policías en cuestión arroja el "arsenal" contra el suelo, lo rompe (imagino un buen pisotón, borcegos durito frío mal) y lanza: "por los golpes del viernes". Escena aleccionadora.
Pongamos que esto no sea exactamente así. Recuerdo: hará media hora caminaba, auriculares clavados en la 102.3, y el conductor leyó la noticia. Se oyeron declaraciones del padre de la criatura al micrófono: hay grabación.
(Aparte de todo: previamente, la madre del ¿menor? habría discutido no-sé-qué con la ¿maestra, profesora? del caso. Un estudiante argentino, entonces.)
QUIERO DECIR: ¿qué pasa con los policías que andan por Córdoba (Argentina)? ¿Qué pasa con sus jerarcas, con la institución policíaca de acá, en su devenir histórico concreto y ¿vinculante?, como para que se den situaciones de este tipo? ¿Qué pasa con el pibe ese, qué pasa con sus inyectables, qué pasó? --- ¿Qué pasó, realmente, o lo más objetivamente posible? La Voz, La mañana: hay tarea, muchachos...
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