8 de marzo de 2008

Psicoterapia: inútil presentarse sin referencias

Historia del poroto, metafísica del mate: toso urgente por pos resaca capitalista agüero mal. Estado de tos lenta, gomosa, arrastrada, al mediodía. Que no expele el esputo tan deseado ni por asomo. Mi diapasón es leche, y de epsilón recuerdo el poema programado ejemplo. Pero todo tiene sus fuentes más remotas, más borradas para el recuerdo, más divertidamente reconfortantes. Todo lo demás es boga, sofisticada dama.

Lentitud de la escritura: fumo para olvidar, fumo para participar en disecciones, fumo de puro ocioso también. Los brillitos en la mirada prevalecen sobre cualquier metáfora virgen. La expansión, formulada taquigráficamente, denota contrariedad. --- Anoche nos contaban, querido Gabo, las leyendas/ajedrez, el rey y el sabio, bar de desechos tóxicos sonrientes, y no sabía verba. Claro: le llamaba más la idea que la forma. Y no me sorprendía. Sonreía comprensivo, colaboraba, pero seguramente olvidaré. Me rasco la piojera.

Tundido aturdidor, le nace el lince. Le nace paranoia. Supongo que me bañaré artero, contemplaré mi abdomen, pupo hundido, me reiré del alce, eterno contrincante y despelote, escucharé, nuevamente, música. Porque no fascina el modo, sino, ya lo dije, la disección. Frituras de mandioca: nacimiento de la erudición. Bautizaría indefinidamente, diciéndome poeta, y compraría toros. Toro/pespunte, hace calor. Toro/medianía, la imagen ISO, el sueño, el morbo, la disfunción, la verga enhiesta al despertar, y todas las escarapelas, esos millones de argentinitos leyendo Gregorio y yo. Como para no sorprenderse.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Micrófono abierto a las voces del alma de turno.