1 de marzo de 2008

Vida/estirpe. De la infamia y su feliz.

Perverso cavernario polimorfo posa en flote, -- me interrumpen, linda conversa guaranga, y le doy bola en su ley. Si firmo o tu cristal, anotación explicable, exangüe, y musiquear protestón, itinerante. Como que sintoniza el tempo sin "el Dios [verdadero]"; como que es hoja de palmera para Perkins. Y necesita notas de cronómetro fruncido, toso, carraspeo malamente -signo/esputo a revisar-, inscripto y marejada de camaleón paupérrimo en los dos arrecifes hueros de su yá. La desmemorización, ubicuo trance, armonía de chirrido que chorrea, canturreo o ciernes de su arroz, la jerigonza de la cacodelia.

Fumo, pues, y avanzo, percudido por brisas de su arroz. Lo de las azucenas y ajolotes atristados, miro tu termo y bien, extraño mote. Porque de lo que recuerdo en volandas de su tablero, molécula y acercamiento en que devanamos hilvanes de avenida. Y rozo el pero: Perón indiscernible ayer nomás, y pasa enjuto, amonedado, yerto. Porque en ésa tu otra armonía, miro a Gyula Kosice, el libro: la modernidad, ahogada, triunfante. Como que se me imponen flores y avestruz-plumero.

Toso, luego decapito. Tomo mi mate/estirpe: columbario que se reduce a salas de nictálope incierto. Grato y disfraz, lo que columbramos perejil de adobe, el legrado, que no desmejoró. Como que nuestro Belgrano, tanto como la Villa y la placita de la Virgen -no digas: "la placita", a secas-, liendre, nos prepararon "yanga", o "ranga", o como sea -y sigue siendo-, ¿nos entendía bien, Señor Mondongo?: simpático, entrador, tomaba medidas, Tolas ardiendo. Lo que humillado por los nuestros más, me pregunto: ¿y tan hirsuto? Ya desmoralizado el alce, imploro copas, me contoneo en zoquetes de su lar.

(Para que tu presencia acate a nuestros capataces de abejas-pica, pica y diamantes que recuerdan, sabedores.)

Y el cigarrillo acaba. Y la medida es trompa requintada, horrendo chancro. Si no es el hablo, no se me aviene. Si no los percudidos, trance o fortuna de lo que enrostra ademanes, o fatuos o fallidos, en oropel insigne de atrapar. Porque corrige. Porque desprecia al alce, signo en confusa estirpe de protegidas. Lazo galano, estorba el escorbuto, "puerta madero", y escampa. Y cinamomo sin Ley. Y Sobre las odaliscas.

(Pasan los cacos que desde el atrio saludaran a los choreaditos.)

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