6 de marzo de 2008

When I say stop...

Repiquetea el morbo, el vuelo ardido , y acaecida la distancia, escribanías al reproche, el buey herido sopapea medidamente el ritma de su desconsiderable, ayuno y soplo. Cortina ennegrecida (mi Kaaba) por esa chusma ingrata, cartero detenido, cae la Selecciones como un gong de madera helado "en tiempos de orfandad", paseo cavernarios, comienza aquella bata, platillo y la azucena, overall cansino de la foto o despierte al toque y la seguida, bien, ésa es mi data.

--- Así, lo que golpea es alce desunido, un texto ahíto ya de su forma, truco hallado y repetible, experimento con su cogitancia en ciernes, devanea el mozo junto a la mesa, poemas dedicados que no irrumpieron sino en la solapa del no vim, porque, de optar por la no melancolía -¡Jarry de escarapela!-, la terna excluye a O. Lamborghini, el padeciente que suspira cansino y vá, y redacta todo morbo quieto -acertijo y trasunto, la quietud-, que su problema es alce, por la psicología de la gracia, --- entonces, continúen.

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Imperio de la razón, Imperio Argentina, el revulsivo barato delimitó unas cuantas operaciones, a sabér. 1) El ritma exasperado depende de la sensación aledaña y bien ínsita. 2) La coherencia discursiva, obviable, se resuelve en relación al disfrute del instante de redacción: como una vertiente, hallarás cascaditas, pequeños meandros, pérdidas de arenisca, tantas modalidades, especulares a tu texto. 3) No es un dictamen sino un modo de ocupar el tiempo de un cedé o el de un termo. 4) La corrección, sí: pulido ornamental y mesura o tino, posibilita otros hallazgos (el que disfruta es el artista mediante el azar del que las formas van brotando). 5) Unidad de medida: "la" PC.

--- Me paso a Trilok Gurtu y Neneh Cherry, con el mismo bajo de papel laminado de la Música Sufí de Marruecos, decían una vez. Mate descabellado, el punto es otro. Como vino y pasó y ejerció el continue, veo que la pista de los remedos se cierne -cierzo ingrato- nuevamente. Ése es el tema: que excretar, ya quitada la serosidad molesta, pide seguir fluyendo, y el agotarse de los temas previos hace que uno se pregunte: ¿no era que iba a durar por siempre? Problema, pues, el de la repetición.

Por suerte doy lugar tanto al texto como a los escolios. El detalle sería conjugar los viejos paradigmas: hacer un Arlt/Joyce, por ejemplo, y sus anotaciones concomitantes, y ver qué pasa.--- Música/escarabajo, distingamos que la poesía no se define, para el lector, por el impulso que vivió el autor (lo desconoce), sino por la voz pública: lo señalable. Aunque, si lo semejante busca lo semejante, lo que encuentre le deparará el sensorio correspondiente. Cosa que ignoro.

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Prender un cigarrillo. El mal llamado texto caótico obedece al ritma, a ítems, a medidas y pequeñas desmesuras, y movimientos tísicos de gimnasia discursiva: como un deporte que se ejerce por intuición inteligible, pero cuyo sentido se cierra de no poseer más (por cierto tiempo, para siempre) dicho estado o clave.

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